"Andrea definitivamente es de esas personas que solamente con cruzar un par de palabras dejan huella en la mente y en el corazón. Su energía vibrante, su interés genuino por las personas y la pasión que la mueve en cada cosa que hace son evidencia del increíble trabajo interior que diariamente realiza. Ese que definitivamente la convierten en inspiración para todas las personas que contamos con el privilegio de conocerla.

Ella ha sido luz, guía y soporte en todo mi proceso de transformación personal, porque además de ser ejemplo, escucha y entiende lo que realmente es importante para mí. Me lleva a cuestionarme a profundidad, me reta a ir por mis sueños y me acompaña a hacer cambios en mi vida al recordarme el valor tan grande que tengo como persona y mujer."

"Gracias a las sesiones privadas con Andrea redescubrí, reafirme, acepte y aprendí nuevas cosas de mí. Especialmente gané más conciencia sobre mí y escucha. Definitivamente a valorarme más. A redescubrir por qué sí valgo la pena, por que sí soy suficiente.

Mi autoestima o mi valor propio, era algo que ante mis ojos ya no veía. De alguna forma lo había olvidado o ya no lo sentía presente, ni valoraba. Andrea me ayudó de una manera muy profesional y acertada a reconectar conmigo misma. A darme cuenta de que soy yo la que determina que soy suficiente. 

Asimismo me guio para poder manejar las emociones vistas como negativas, con las que yo no me sentía cómoda, a aceptarlas, a verlas desde otro punto de vista y a tomar acción de mejorar.

Me ayudó a darme cuenta de que algo que yo veía como chico e insignificante y que definitivamente no valoraba ni le daba la importancia necesaria, era mi esencia y mi ser.

No me imaginé que empezando a potenciar esta esencia de mí, me ayudaría a manejar tantos aspectos de mi vida en los que me sentía insegura y a empezar a recuperar mi autoestima.

Es un proceso que tomaría en cualquier punto de mi vida para aprender más de mi misma, valorarme y empoderarme."

"Mi vida cambio cuando desaprendí, aprendí y entendí que no se trata de aparentar estar siempre bien. Debo permitirme sentir y comprender que cada sentimiento tiene su lugar, tiempo y espacio."

"Éste ha sido un proceso que empezó con Andre hace casi 6 años. Hoy entiendo el por qué la vida nos dió la oportunidad de trabajar juntas. Había momentos de feedback laborales para el equipo y ahí ella seguramente sin querer fue descubriéndose como coach, para luego formarse profesionalmente en esto.

Eran sesiones de nervios, angustia, miedo, no me gustaba hablar sobre mí, ni cómo me sentía, no creía que eso fuera importante para alguien.

Andre desde su vocación (que considero se debe tener para hacer este tipo de acompañamientos) me fue permitiendo sentirme vulnerable, soltando de a poco el peso emocional con el que había decidido cargarme hasta ese momento. Empecé a conocer sobre la importancia de trabajar en mí, de reconocerme y hacerme responsable de muchas de las situaciones en las que me sentía viviendo por inercia.

Pensaba que tenía que aparentar ser perfecta, aún cuando jamás me he sentido así. Y perfecta significaba para mí en ese momento no generar conflicto. Quedarme callada en infinitas situaciones que me molestaban. No tener en mi vocabulario el NO para alguien, pero sí para mí en repetidas ocasiones; entonces prefería no hablar en ningún ámbito. Había perdido total credibilidad en mí sobre lo que pudiera decir, en la gran mayoría de situaciones, por estar pensando en que no me criticaran, cuando era yo la que más me auto-saboteaba. Aún pasa, pero con menos frecuencia.

Molestarme con gente que amo profundamente por situaciones que no dependían de mí, y algunas veces tampoco de ellos, se había convertido en un hábito. Me tomaba personal demasiadas cosas. No quiere decir que ya no pase, pero me he vuelto más ágil para analizar la situación en la que estoy y no reaccionar, sino primero observar.

Puedo decir que con este proceso, estoy recuperando mi voz y la confianza en mí. Espero, con la práctica diaria que esto requiere, así sea pequeñita, un día poderme sentir totalmente libre."

"Durante el mes que asistí a los coloquios de Andrea empecé a ser mucho más consciente de lo que pasa en el día, con qué actitud confronto cada situación y cómo cambia mi comportamiento. Aunque salía de cada sesión con muchas dudas, sentía que mis distinciones sobre algunos conceptos estaban a otro nivel.

A medida que avanzó el tiempo y cada sesión se hacía más entretenida empecé a ver cambios a nivel personal, familiar y laboral. Ser clara con lo que pido, lo que ofrezco y lo que prometo fue uno de los grandes aprendizajes. Descubrí que decir "no" no está mal y a veces es necesario.

Empecé un proceso de escucharme a mí misma; mis emociones, mis pensamientos, mis declaraciones, mi cuerpo y cómo eso me ayuda a conocerme cada día más.

Le agradezco la invitación a desaprender, pero sobre todo a entender cuándo debemos hacerlo. 

Ahora sé que cada cosa que pasa en la vida tiene una interpretación diferente e intento analizar la emoción con la que recibimos y percibimos cada circunstancia.

Abrirse a ese tipo de conversaciones conmueve y motiva a tener más encuentros similares."