Tantas cosas que nos frustran hoy en día.
¿Y qué hacer cuando eso nos pasa?
¿Qué nos está diciendo esa emoción?
Y lo más importante: ¿Qué hacemos con ella, para poder avanzar y no sentir que nos estancamos indefinidamente?
¡Las invito a explorar un poco más ese sentimiento incómodo, porque por ahí es que inicia la posibilidad de conectarnos con el entusiasmo!
Como hablamos en la entrada sobre emociones, hay emociones dolorosas o incómodas y otras que nos llenan de energía u optimismo. La frustración es una de las incómodas. Y aún así, es una de las emociones que más me ha empujado en la vida.
Puede ser porque soy muy terca y nunca quiero rendirme, pero en el fondo, lo que hay detrás de eso, es que la frustración nos muestra varias cosas:
En lo relacionado con nosotras mismas, la frustración nos dice:
Y en lo que tiene que ver con otros:
Y desde esa mirada la frustración se convierte en una invitación al aprendizaje constante, a vivir en modo beta (probando, mejorando, probando mejorando) y por último, a fluir con lo que venga y verlo como una oportunidad.
Sé que es más fácil decirlo que hacerlo.
Y también sé que si no integramos en nuestro sistema que la vida es un proceso de aprendizaje, vamos a darnos contra la pared una y otra vez, y muy duro.
Y la pared no es el problema que enfrentamos, sino nuestra propia creencia de que las cosas tendrían que haber sido de otra manera, porque como lo están siendo no son justas.
Pero es que la vida no nos debe nada. Y desde esa posición solo nos quedaremos frenadas por la rabia o rendidas y resignadas ante lo que nos pasa.
Así que para mí, la mejor manera de gestionar la frustración y convertirla en entusiasmo es:
Aquí les comparto 6 preguntas para escuchar a la frustración y transformarla:
Te dejo los enlaces al episodio de la serie 5 razones:
5 razones para escuchar tu frustración:
¡Cuéntame en los comentarios qué nueva posibilidad ves!